"El resentimiento se acumula cuando no somos reales con las personas en nuestras vidas. Lo que no se dice es lo que provoca el resentimiento"
El resentimiento se acumula cuando no somos reales con las personas en nuestras vidas. Lo que no se dice es lo que provoca el resentimiento; muchas veces cosas pequeñas que se apilan unas encima de otras, hasta que el más mínimo evento puede detonar una reacción explosiva. Trata de incorporar estos hábitos en tu vida para liberarte del resentimiento:
–Dí lo que sientes, en el momento.
Hablar nuestra verdad es una de las cosas más difíciles para nosotros.
Decirle a la gente -sobre todo a las personas que amamos y admiramos-
cuando estamos molestos con ellos, es extremadamente difícil; la razón
que lo hace tan difícil es que tenemos miedo a su rechazo, a perder su
aprobación y, finalmente, a perder su amor, pero cuando no decimos lo
que está pasando, la irritación momentánea o conflicto que se generó por
sus acciones se almacena dentro, y se suma a todas las otras veces que
nos hemos reprimido por disgustos similares.
Estas emociones se convierten en una barrera energética que impide que
el amor que sentimos circule libremente: cada vez que vemos a la
persona, recordamos inconscientemente esos momentos que nos molestaron y
por ello nuestra atención, en lugar de estar plenamente presente
aceptando a la persona como es, fresca y nueva en cada momento, se
distrae enfocándose en lo que está mal.
La espontaneidad de la relación se ha ido entonces. Si pretendemos ser
amables y cordiales, nuestras interacciones se convierten en una
representación, una actuación, donde el amor verdadero es difícil de
encontrar. Cuando decides enfrentar el miedo al rechazo y decir lo que
realmente sientes, algo increíble sucede. Tu transparencia te hace
libre, lo que te permite soltar los juicios y emociones acumulados, y
dejar ir el resentimiento.
Entonces, la apreciacion y la inocencia que la relacion había tendo
antes pueden volver. Esta es la razón por la que muchas parejas van
creciendo apartadas con el tiempo: por miedo de perder al otro se
ocultan lo que realmente sienten. ¿El resultado? Dos personas que están
físicamente cerca, pero distanciadas internamente de todos modos.
–Desarrolla una relación amorosa contigo mismo
La necesidad de recibir la aprobación de nuestros seres queridos, y de
controlar y manipular su opinión acerca de nosotros, viene de nuestra
propia necesidad de aceptación y amor. Sólo cuando hemos perdido la
capacidad de aceptarnos a nosotros mismos, es cuando comenzamos a
preocuparnos por lo que piensan los demás, y así empezamos a escondernos
y a retorcernos para convertirnos en lo que consideramos
“suficientemente bueno”. Con el fin de cambiar esta situación, tenemos
que ir hacia adentro, y empezar a buscar en nosotros mismos. Hay muchas
maneras de ir hacia el interior, algunas personas utilizan la
meditación, otros simplemente se enfocan en estar presente con ellos
mismos … Yo enseño las facetas de mi sistema, que es lo que funcionó
para mí. Lo importante es que tú comiences a escucharte a ti mismo,
prestando menos atención a cómo el afuera te dice que seas y
empieces a escuchar la voz de su propio corazón. Esto hará que sea más
fácil para ti empezar a hablar tu verdad y dejar ir la necesidad de
aprobación externa.
–Siente tus emociones
Con el fin de soltar la carga acumulada de resentimiento, permítete
sentir. Los niños pequeños no se sienten resentidos precisamente por
este motivo: sienten todo, sin “filtrar” lo que deben o no deben
expresar. Debido a esto, son capaces de ver todo fresco: cada momento es
nuevo, lleno de posibilidades y de emoción. Es como si, al hacernos
mayores, aprendiéramos a juzgar ciertas emociones como malas y, al hacer
esto, comenzamos a almacenar esas emociones en el interior, llevándolas
a todas partes; sin darnos cuenta, ellas se convierten en nuestra
compañía subconsciente constante. Permítete enojarte, concédete la
libertad de sentirte triste. Cuando lo hagas, encontrarás que el
resentimiento y la amargura en torno a los sucesos del pasado empiezan a
disiparse y eres capaz de recuperar la magia y la maravilla inocente de
la infancia.
–Elige dar
El resentimiento proviene de sentir carencia de algún tipo: de sentirte
maltratado, irrespetado, o herido de alguna manera. Cuando te sientas
así, elige dar. Al dar, llevas tu atención fuera de tu propio drama de
insatisfacción y de inmediato te enfocas en la abundancia: en lo que
tienes, en lugar de en lo que está mal o lo que te falta. Esta es una
manera muy poderosa de cambiar tu enfoque, de la carencia a la
apreciación.
El resentimiento es un truco que tenemos para alejarnos de disfrutar de
la belleza del momento presente. No dejes que te domine; la vida es
demasiado preciosa, demasiado llena de entusiasmo y de oportunidades
para permanecer anclados en el pasado. Utiliza estos pasos sencillos
para entrenarte a experimentar la frescura del aquí y el ahora, y te
encontrarás libre de resentimientos.
Isha
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