La ley del mentor dice: "hay alguien que ya logró tu sueño, búscalo y pegate a esa persona."
- El mentor es el que nos ahorra tiempo y dolor porque nos advierte de caminos y estrategias que él ya probó y no sirven.
- El mentor es alguien que está delante nuestro en la "carrera". Si no tengo espíritu enseñable nunca aparecerán los mentores en mi vida.
- Hay mentores ocasionales, nos enseñaron lo que sabían y ya no tienen más para darnos, hay que ir por el próximo nivel.
El
estibador es aquel que sabe dónde y cómo se tiene que acomodar la carga
(estiba). Para cargar correctamente un barco, hay que balancear y distribuir la
carga de modo que éste abandone el puerto sin inclinarse hacia los costados
(algo que lo pondría en riesgo de hundirse). Podríamos comparar al estibador
con un mentor, el barco con una persona y la carga con los pensamientos que
ésta tiene. Y de la misma forma que existen distintas clases de carga, existen
dos tipos de pensamientos: los que sirven y los que no sirven.
¿Sabías
que todos los exitosos tienen un mentor?
Aquellos
que llegan a la cima y se convierten en "los mejores" en su campo
cuentan con el apoyo de una persona que ya obtuvo el éxito, que ya logró lo
mismo antes y se encuentra adelante en la carrera. Eso es precisamente un
mentor: alguien con experiencia que "logró lo que yo quiero lograr" y
me puede orientar en el camino hacia mi meta, por medio de su ejemplo y
consejo, y me transmite seguridad.
Un
mentor nunca es un amigo. ¿Por qué?
Porque
se trata de alguien que desea ver a su mentorado maduro y desarrollado. Un
amigo, por lo general, nos ama como somos y quizás no nos impulse a cambiar;
mientras que un mentor nos ama demasiado como para no animarnos a cambiar y
corregir nuestros defectos. Siempre nos impulsa a ir por más. A veces, puede no
gustarnos lo que nos diga el mentor (sobre todo, cuando nos muestre algo
negativo) pero tarde o temprano terminaremos agradeciéndoselo.
¿Por
qué motivos se puede quebrar la relación entre mentor y mentado?
Básicamente
por tres cosas:
•
Porque el mentado no es agradecido con su mentor. Si el mentado no le expresa
afecto y agradecimiento al mentor, el vínculo entre ellos se puede romper. Hay
que valorar a las personas que te ayudan a crecer, te enseñan y te guían. Todos
los seres humanos necesitamos maestros que nos compartan su sabiduría y
experiencia de vida.
•
Porque el mentado cree ser mejor que su mentor .El mentado jamás debería
competir con el mentor.
• Porque el mentado no desea que el mentor lo
ayude a crecer.Lo ideal, para crecer sin límites, es escoger mentores a los que
sea difícil superar. Esto hará que busquemos la mejora continua y que estemos
siempre motivados.
Estas son las dos principales tareas de un
mentor.
•
Anticipar los errores
Quien
cree que lo sabe todo jamás tendrá una actitud enseñable. La mejor actitud es
decir siempre: "No sé, enseñame cómo hacerlo".
Todos
aprendemos desde que nacemos hasta que morimos y lo que incorporamos hoy nos
asegura el éxito de mañana. Hay dos formas de aprender: a través de un mentor o
a través del dolor. ¿Cuál preferís?
•
Corregir los errores
El mentor corrige tanto los errores visibles como lo que no
están al alcance de la vista del mentado. A nadie la agrada ser corregido, pero
si queremos alcanzar nuestros objetivos en la vida, necesitamos aceptar que nos
equivocamos, aprender la lección y seguir adelante.A un árbol joven se le suele
atar una estaca firme, una especie de guía, para que lo ayude a crecer recto
durante los primeros años. Seguramente lo habrás visto alguna vez. Después de
un tiempo, cuando el árbol está enraizado y fortalecido, se quita la estaca
para que continúe creciendo solo. Esta es una imagen perfecta de la tarea del
mentor, quien al principio guía a su mentado y luego lo suelta para que continúe
creciendo por su cuenta (porque ya es capaz de hacerlo).
¿Tenés
un mentor? Si tu respuesta es negativa, te invito a buscar uno.
Bernardo Stamateas
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